Jue. Nov 21st, 2024
Fotografía de Guillermo Kahlo

José Luis Puga Sánchez

La identidad es algo que compartimos y, a su vez, lo que nos vuelve únicos. La vida del ser humano transcurre en esa divergencia. Buscamos la unidad en la comunicación, en el amor, en las horas del día, en las ideas, en las pasiones…

Es ésta la filosofía que sustenta el trabajo fotográfico de Guillermo Kahlo titulado precisamente “Identidad”, recién montada en la galería del Palacio de Culturan tlaxcalteca.

Sobrino nieto del padre de Frida Kahlo, llamado igualmente Guillermo Kahlo, y fotógrafos ambos, el fotógrafo actual afirma que “la mejor foto es la que nunca terminas de ver, aquellas donde se genera empatía con la imagen. La mejor imagen es aquella que te cuenta parte de tu historia”.

Y su imagen se viste de claroscuros, de blanco y negro, contraste que refuerza una percepción de tristeza, de dolor, que flota en la primera sala, segmento que él ha dedicado a la ópera, con lo que justifica esa intensa aroma de angustia que desprenden las imágenes.

“Esa sala está inspirada en el mundo de la ópera… Yo soy un contador de historias, un interpretador de historias. Esa sala tiene que ver con el universo de personajes de la ópera y sus pasiones… sobre todo la pasión… El universo de la ópera es el universo de la pasión, es la capacidad creadora, pero sobre todo la pasión llevada al contexto de la destrucción… Salomé está enamorada de San Juan Bautista. En la ópera, la pasión está enfocada en alguien más. Las respuestas a la vida están resueltas en otra persona, en otro personaje”.

Sin embargo, Guillermo Kahlo distingue perfectamente sus dimensiones, pues afirma que su mundo creativo, que hoy dedicó a la ópera y sus pasiones, es diferente al humano. “No dependemos de alguien. Dependes de ti mismo, pero te resuelves en los otros, ese para mi es el tema de la identidad. Buscamos ser reconocidos, pero por encima de ello buscamos reconocernos en nosotros”.

El concepto de identidad esgrimido por Guillermo Kahlo, trasciende lo étnico para adentrarse en lo filosófico.

En fotografía tenemos –dice- un “dicho”: “demasiado étnico”, pues “tu etnia no te define. O que está por encima del argumento de tu fotografía es el exotismo. Desde el punto de vista de un europeo o de un neoyorkino, a lo mejor un africano es fascinante, pero lo ve desde su atavío, desde su costumbrismo, desde lo que entendemos como exótico. Pero los seres humanos no somos exóticos. Somos únicos y somos universales”.

Como mexicanos –provoca- lo que define nuestra identidad no es la “mexicanidad”, es la personalidad individual.

Por eso, continúa, esa primera sala está definida por la pasión, a lo mejor llevada hasta la tristeza, a lo mejor hasta la locura, la idea del amor llevada a la transgresión.

“Identidad es tu ser. Somos lo que tendemos a ser, lo que buscamos ser, somos lo que no acabamos de hacer. Esa es la particularidad de mi fotografía. Yo trabajo sobre algo que está eternamente y de fondo. Nuestra identidad nunca está resuelta. La identidad es lo más compartido del universo y es lo más particular de cada persona. Y nuestra idea adquiere un sentido no en la unidad, sino en la búsqueda”.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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