Editorial

Un tercio de la administración estatal hubo que pasar para que el titular de la flamante Secretaría de Cultura de Tlaxcala embaulara sus pertenencias, doblara sus multicolores chales y paños y con grácil gesto de manos cerrara su oficina y entregara las llaves… Nuevas rutas le esperan.

Nada es oficial… pero todo mundo lo sabe.

Su nueva oficina estará en la Secretaría de Cultura federal, al lado de quien ocupará la titularidad de esa dependencia en la administración que encabezará Claudia Sheinbaum: Claudia Stella Curiel de Icaza, secretaria de Cultura en la Ciudad de México en este periodo por concluir.

Marvel, se escucha en los pasillos, ocupará una cartera importante, una subsecretaria, desde donde su actividad tendrá impacto en todo el territorio nacional.

Siempre lo negó… pero siempre caminó hacia allá…

Días le quedan en Tlaxcala. El 31 de julio entrega la oficina que por dos años ocupó.

Deja un pequeño puñado en la orfandad.

Vendrá los ajustes que la nueva cabeza en Tlaxcala dispondrá.

Y los alineamientos con las nuevas políticas federales.

La línea sucesoria está abierta. Ya se menciona a los eternos candidatos: Helena Hernández y Juan Carlos Ramos.

Pero en esta temporada de lluvias y ventarrones, pareciera que los agresivos vientos traerán a otro fuerte prospecto desde, ¡vaya sorpresa!, la misma Ciudad de México.

Le decisión en breve será conocida.

Y los sobresaltos y las nuevas expectativas florecerán regadas por gotas de esperanza.