Sáb. Sep 7th, 2024

José Luis Puga Sánchez

La definitiva ratificación popular, vía el voto del 2 de junio, que recibió el proyecto de gobierno de Morena, posibilita al secretario de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez, expresar su confianza en que sus políticas y estrategias podrán incidir en un mayor número de población en el estado, certeza que le permite esperar una pronta y ágil aprobación en el poder Legislativo del proyecto de ley de derechos culturales.

Martínez Velázquez explica que se trata de un proyecto de ley trabajado a partir de los seis foros abiertos con tal fin, realizados el año pasado sobre derechos culturales. Es un proyecto que reconoce varios elementos, entre ellos “los espacios independientes; a los cronistas, para ponerlos en la ley como sujetos de derecho público; la coordinación con los municipios, que es algo que no existe, donde prácticamente están a la voluntad de los ayuntamientos o de los cabildos incluso si hay hasta dirección de cultura en los ayuntamientos, cuando la cultura es un derecho constitucional, por lo que tendría que ser una obligación”.

El proyecto de ley de derechos culturales de Tlaxcala ya se entregó desde marzo a la Secretaría de Gobierno, en abril la Secretaría de Cultura recibió observaciones y a finales de marzo se regresó el proyecto con las observaciones solventadas. “Esperamos que pueda ser una de las iniciativas que meta el Ejecutivo en la próxima legislatura”.

COINCIDENCIAS

La definición de la elección del 2 de junio, que dio el triunfo a Claudia Sheinbaum y con ello la presidencia de la república, hace ver a Marvel “una fuerte coincidencia entre lo que se ha puesto sobre la mesa en políticas culturales del próximo gobierno federal y lo que hemos planteado nosotros con el tema de educación artística. La doctora Sheinbaum ha planteado dos vertientes muy importantes, que tienen que ver con la educación artística en la educación básica y las universidades de educación profesional artística. Nosotros ya vamos avanzando en eso y nuestro planteamiento es tener una de las primeras universidades de las artes que proyecte la presidenta. Hemos caminado los últimos tres años hacia ese momento”.

Otro asunto que “me parece interesante” y es que ha planteado la recomposición del financiamiento cultural a los estados, el cual –lamenta- se restringió mucho en este primer tramo de la transformación. Los estados –apunta- pasaron de recibir alrededor de 30 o 40 millones de la federación, a recibir 3 o 4. “Ahora lo que ha planteado el equipo de la doctora Sheinbaum es revertir esa parte, tener más flexibilidad y mayor financiamiento para las entidades culturales de los estados, pensando en que hay que echar a andar todo este programa de educación artística”.

La otra parte, que es el foco en “la economía cultural –no me gusta llamarles industrias creativas- nos ayudará a generar mejores círculos virtuosos de lo que aporta la cultura al Producto Interno Bruto del estado, a la economía, y, sobre todo, a los trabajadores de la cultura, que es el tercer eje que ha planteado la doctora Sheinbaum, que tiene que ver con los derechos laborales de los trabajadores de la cultura, es algo fundamental. Por ejemplo, este año pudimos regularizar, al fin, los salarios de los maestros de la escuela de arte, pero no así de la escuela de música, porque no es sencillo, muchas veces por la estructura administrativa. Muy bien que baje desde la federación, porque así será una política federal y, con ello, habrá mejor ambiente para ir transitando hacia allá”.

POLARIZACIÓN, POR LA DESIGUALDAD

El resultado electoral, afirma tajante el secretario de Cultura de Tlaxcala, demuestra el refrendo de un pueblo hacia un gobierno. “Eso no lo habíamos visto hace mucho, pues generalmente se vota en contra de algo y esta amalgama entre pueblo y gobierno no se había visto hace mucho y se logró rápidamente”.

Los seis años de López Obrador percibe que sirvieron para “politizar las diferencias” que ya existen. “Hay quienes les encanta hablar de polarización, pero eso es una mentira; la polarización existe porque existe la desigualdad, porque hay una minoría que gobernó al país mucho tiempo, esa es la polarización. Lo que sí se hizo fue politizar a un pueblo que había sido desmovilizado y despolitizado por décadas y lo que se politizó fueron esas diferencias que existen. Hay que hablar y discutir de la desigualdad, de la exclusión, de la corrupción… Todo lo que no se hablaba antes”.

La campaña de Xóchitl Gálvez -reflexiona Marvel, habló de un México sin miedo y la gente no se movilizó por eso porque no tiene miedo. “Gobernantes que no estaban bien evaluados, como Cuauhtémoc Blanco, aun así la gente volvió a votar por Morena, porque no votan por una persona, votan por un proyecto; o el caso de Yucatán, donde el gobernador estaba muy bien evaluado, de todas maneras el candidato de su partido fue votado en contra. En este caso la gente ya no vota por una persona, vota por un proyecto, y eso habla sobre todo de organización social, que parecía que no iba a suceder nunca. La gente no se organizaba, había permeado por completo la ideología hiper-individualizante, pero la gente despertó muy rápidamente hacia unos valores que sí tenemos como sociedad, que tiene que ver con ser solidarios, con acompañarnos, con la coperacha, con hacer todo juntos. Eso es lo que las élites no soportan”.

Para Antonio Martínez, el nivel de votación es un respaldo abierto, pero también un compromiso muy grande. “Tener ese respaldo, lo ha dicho ya la presidenta electa, es todavía más fuerte no fallar y no romper esta nueva dinámica entre pueblo y gobierno. Poder generar equilibrio”.

Las presiones de los mercados y los vaivenes cambiarios demuestran –acepta- que “los inversionistas están nerviosísimos por el tema de la Corte, porque la Corte es un poder que sirve a los inversionistas. Dijo abogada Ana Laura Magaloni en Televisa que todo el tema son los grandes empresarios, a ellos les sirve la justicia… Pues sí, pero a la gente no. Claro, se debe cuidar esa relación con los inversionistas, pero por otro lado no se le puede fallar al pueblo, que por eso votó así. Es el difícil arte de gobernar, que es optar entre inconvenientes. Nunca vas a quedar bien con todo el mundo, pero es muy claro que con quien hay que quedar bien, con quien hay que gobernar en conjunto, es con el pueblo”.

Marvel rechaza tajante la etiquetación de “clientelares” que algunas voces han adjudicado a los programas sociales del gobierno federal. “Es más claro, ahí están los datos, que tiene que ver con el tema laboral. La gran mayoría de las personas que salieron de la pobreza, tiene que ver con ingresos por salario. Los programas sociales, a pesar del voto en contra del PAN, se pusieron en la Constitución, lo que rompe la relación clientelar; es decir, no están condicionados a quien esté en el gobierno, pues están en la Constitución y te tocan sí o sí. Es un derecho y por tanto deja de ser una relación clientelar”.

Y la universalización la apunta como otro punto. “Que la pensión de adultos mayores la reciba Carlos Slim y la persona más pobre de 68 años, no te da derecho para decir que es una relación clientelar. Se recibe por igual en todos los adultos mayores porque es un derecho”.

Lo que si cambió –presume- fue el salario. “Es una cosa inédita. Por eso está ganando la ultra derecha en Alemania y en Francia, porque cayeron los salarios hasta el suelo y porque los neoliberales europeos responden al mercado. Eso es una bomba de tiempo. En el IMSS el salario promedio cambió, en términos reales y después de la inflación, de 7 mil pesos a 16 mil pesos. Eso es cambiar la vida a las personas. También se cancela el outsourcing (subcontratación), por lo que empieza el proceso, que todavía va a tardar, para que personas que no tenía derechos laborales, ahora se les reconozcan”.

En ese panorama laboral añade lo que ve como la “democratización” de los sindicatos. “Todos los sindicatos blancos de las grandes empresas dejaron de existir. Ahora son sindicatos democráticos. Cambió, en suma, la relación con los trabajadores”.

“No, no… No tiene que ver con programas sociales. Tiene que ver con política laboral que no fue ‘pan sobre hojuelas’ poner de acuerdo a los patrones, a los trabajadores y al gobierno para subir los salarios durante cuatro años consecutivos”.

La reforma el Poder Judicial Martínez Velázquez aventura que se concretará antes de la conclusión de la actual administración federal. “Con su poder social, López Obrador va a cambiar el tema de la Corte antes de irse, no para pasar por encima de la presidenta, sino para cargar él el odio de las élites y dejar más tranquila a Claudia Sheinbaum”.

FALTA EN TLAXCALA CONSISTENCIA IDEOLÓGICA

El rotundo respaldo, vía el voto, que la sociedad otorgó a los gobiernos de Morena en el país. Fielmente se reflejó en Tlaxcala, hecho que para Marvel era “previsible”.

Sin embargo, muestra también cierta incertidumbre, cierta desconfianza. “Quizá diría yo que aquí mis paisanos no tienen tanta consistencia ideológica, entonces parte de la clase política está montada en el tema de Morena, ganando elecciones, y en algunos casos yo no sé si eso tenga futuro. No hay convicción, porque las biografías de varios personajes dan para pensar eso. Probablemente la sucesión pueda estar garantizada para el movimiento (Morena), si es que la presidenta va a tener un buen gobierno, pero ya veremos esas biografías que tan de largo aliento tiene que ver con su convicción”.

Esa suspicacia afirma que se dirimirá en el Legislativo, “donde vimos los últimos tres años que muchas de las reformas responden a intereses particulares, privatizadores, todo lo que no tiene que ver con la 4T. Ahí se va midiendo el asunto. El comportamiento de los políticos que representan a nuestro movimiento, ya veremos si pasan o no pasan la prueba del tiempo y que los juzgue la historia por lo que hacen”.

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