José Luis Puga Sánchez

Fue una jornada de adioses.

Incluso el día fue caluroso.

Alejandra Frausto Guerrero fue arropada por su familia.

Antonio Martínez Velázquez estuvo acompañado por su madre.

Ambos agradecieron la respuesta recibida en su gestión.

La mañana fue un dulce despertar para Alejandra Frausto Guerrero. El Congreso de Tlaxcala le nombró “embajadora de la cultura tlaxcalteca”, encomienda que asegura no descuidará “nunca”, sin importar el lugar donde se encuentre.

Más tarde, casi una hora después de lo programado, el Museo de Arte de Tlaxcala vio reunidas a su puerta a la gobernadora Lorena Cuéllar, a Alejandra Frausto, y a Antonio Martínez Velázquez, aun secretario de Cultura local en ese momento.

Se trataba de la inauguración de la exposición ‘Sinfonía del color’, del taller nacional de tapiz 1973-1975, de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda. Una muestra de los trabajos elaborados en el taller fundado en 1973 por Pedro Preux, quien también lo dirigirá por alrededor de 15 años, bajo el cobijo del Instituto Nacional de Bellas Artes y después se integra al Centro de Investigación y Experimentación Plástica del INBA, La Esmeralda.

Ahí, la secretaria de Cultura federal dijo que “apostar por la cultura es apostar por el corazón de un pueblo. Es apostar por la identidad, por el orgullo, por la dignidad. Este museo estaba cerrado y ustedes lo abrieron”, aseguró, dirigiéndose a Lorena Cuéllar y a Marvel. El museo se está convirtiendo –ponderó- en un extraordinario recinto para lo más contemporáneo, pero sin perder la noción de su raíz cultural.

“Por mucho tiempo nos quisieron mostrar que la alta cultura y la cultura popular eran mundos separados. Que la tradición y la contemporaneidad juntas no van a ninguna parte… y aquí se demuestra que sí”.

Sentimental, se situó, y también a algunos de los presentes, en un momento de compartir despedidas y aclaró, dirigiéndose a Lorena Cuéllar, “no para ti, pero para parte de tu equipo”, en alusión directa a Josefina Rodríguez Zamora y a Antonio Martínez Velázquez, titulares de una secretaría en el gobierno de Tlaxcala que ahora se integran a la inminente administración federal.

Antonio Martínez fue más sentimental.

Embutido en una camisa blanca con listones multicolores, no podría ser de otra manera, Marvel calificó a la exposición como una de las más importantes en el país en este momento, por su propia relevancia. Hizo un somero pase de lista por algunos de sus integrantes: Francisco Toledo, Alfredo Zalce, Francisco Moreno Capdevilla… y Juan de la Cruz.

Se refirió a la naciente licenciatura en arte textil en Tlaxcala, también en coordinación con La Esmeralda, “primera en su tipo, después del taller nacional de tapiz”, que será dirigida –remarcó- por Juan de la Cruz, “tema muy importante, sobre todo con un estado como Tlaxcala con tanta tradición textil”.

En apurado resumen, festejó la reciente firma del comodato, “por fin”, por el cual la colección Rosete Aranda retorna al Museo Nacional del Títere en Huamantla. “Trabajamos casi dos años y regresan a casa”.

Luego, con temblorosa sonrisa, agradeció a Lorena Cuéllar su “gran apoyo” a la cultura tlaxcalteca, a quien también agradeció la “oportunidad de poder servir al pueblo de Tlaxcala”. Expresó su “profundo agradecimiento y cariño” a Alejandra Frausto, por ese lapso de tiempo de andar conjunto. Agradeció, además, a personal y equipos de la Secretaría de Cultura, a los suyos, a los que apapachó, con quienes caminó muy juntitos… Y enlistó a Magali Cruces, a “Nacho, del Museo Nacional del Títere, a Marco, a Laura, que lleva la parte de administración, a Alejandra, a Gabriela Conde, que es la líder en el tema de literatura; a Adil, con quien fundamos la oficina de atención a la diversidad sexual, y por eso traigo también esta camisa, porque servimos siempre con orgullo de ser quienes somos”.

Solo pocos días antes se había despedido, en reunión muy privada, de un pequeño puñado de trabajadores de la cultura, 23 personas que se entallaron a él durante su tránsito por la secretaría. Estuvieron ahí, como ejemplo, las mismas Gabriela Conde y Adil, y Juan de la Cruz, y Cornelio Hernández, y Citlalli Xochitiotzin, y María Esther González, viuda de Federico Silva, Y varios más… y su infaltable Rafael Cázares.

Ese día el MAT los recibía.

Y Lorena Cuéllar los despedía.

Presumió la gobernadora: Me siento muy orgullosa de que dos de mis secretarios fueron tomados en cuenta en el gabinete federal, lo que habla del gran trabajo que se ha hecho en este estado.

TEJEDORES DE SUEÑOS

Tres horas más tarde, en el teatro universitario, el capítulo Tlaxcala de la larga despedida que efectuaba en el país Alejandra Frausto sucedió.

‘Tengo un sueño Tlaxcala 2024’ reunió una representación de los semilleros creativos abiertos en toda la geografía estatal, esta ocasión bajo la propuesta “El pasado tlaxcalteca y sus héroes en la memoria. Ra bitogi nimahmé n’e yukhaí thsú ne damá nge ‘mbëni”.

A todos ellos, presentes y ausentes, Alejandra Frausto les dijo que su trabajo convoca a la anulación del racismo, del clasismo y de la discriminación, con las artes escénicas y plásticas como herramientas de expresión.

El trabajo coordinado entre el gobierno federal y el gobierno del estado fue festejado por la gobernadora Lorena Cuéllar. “Nos acompañó en este gobierno como si fuera una tlaxcalteca más (…). Demostró su entusiasmo y trabajo de cada Semillero, ya que todas estas semillitas van germinando para crecer, expandirse cada día más y más”.

El evento contó con la conducción en tres lenguas: yuhmú, a cargo de Miriam Aguilar Zepeda; náhuatl, por Fabiola Carrillo Tieco; y español, con Alejandra Guadarrama Mancera, todas ellas docentes de semilleros creativos, que son grupos de formación artística gratuita para la niñez y las juventudes, donde se promueve su participación en la vida artística, el pensamiento crítico y su posicionamiento como agentes culturales.

Previo a las presentaciones escénicas, se montó la exposición compuesta por más de 40 obras de animación, artes visuales, cinematografía, animación, dibujo, fotografía, pintura, producción audiovisual y lengua yuhmú, realizadas por participantes de convites culturales y semilleros creativos del estado.

Y le regalaron el adiós en Tlaxcala a Alejandra Frausto Guerrero…