Lun. Sep 16th, 2024

Editorial

Sorprende la ausencia aun de nombramiento en la titularidad de la Secretaría de Cultura.

Los programas corren… los presupuestos se aplican… la planeación prosigue… las gestiones reclaman… el calendario es implacable…

Sí, puede argumentarse que el personal directivo entiende sus responsabilidades y se cumplen los compromisos, pero la decisión final… ¿quién la toma en este momento?

En puerta el festival de títeres, cuya importancia, dicho sea de soslayo, se adelgaza velozmente; esas jornadas multidisciplinarias, que tan publicitadas fueron el pasado año y el primer tercio del presente, cuyas caravanas recorrían múltiples puntos de la geografía estatal, hoy parecen estar en el taller, sino en un museo; el proyecto de ley de derechos culturales en el estado, planeado para presentarse inmediatamente a la nueva legislatura, apenas tome posesión en pocos días, reclama permanente y detenido acompañamiento.

El proyecto contempla, entre su multiplicidad temática, trasladar a la Secretaría de Cultura la atención casi total hacia el sector artesanal. Bienvenida iniciativa que se espera rescate el trabajo artesanal de las manos e intereses pequeños y chatos de quienes ha ejercido, hasta el momento, esa responsabilidad, pero su aplicación exige un estudio amplio y profundo sobre el estado del sector en la entidad, para de ahí trazar las políticas y líneas de acción necesarias.

Son todos solo algunos puntos de análisis que requieren trabajo coordinado.

Deben añadirse temas de la cotidianidad, del diario trajinar que tan invisible parece para los gobiernos: ¿Qué hará esa ficticia, por su forma de integración, compañía estatal de teatro? ¿La aportación cultural a la feria de Tlaxcala será solo de trámite? ¿El festival Cervantino tendrá impacto en Tlaxcala?…

Cierto, el gobierno federal tendrá casi en su totalidad nuevas caras, nuevas prioridades, nuevos programas, nuevos presupuestos… pero ¿de qué tamaño será esa reingeniería? ¿Mínima que permita un terso proceso de transición? ¿Importante que obligue a rediseñar mucho de lo vigente?

Lo anterior es solo un somero repaso a algunas de las necesidades y los pendientes en el sector cultural estatal, pero la secretaría cabeza de sector permanece sin cabeza.

El tiempo no se detiene…

Por admin