Editorial

Tlaxcalteca por nacimiento, Karen Villeda, la recién destapada secretaria de Cultura local, se ha hecho escritora en la ciudad de México y es ahí, por tanto, el espacio de siembra y cosecha de su filosofía, su visión del mundo, de sus formas de caminar.

En Tlaxcala tiene familia con raíces hundidas en lo regional, pero ella, públicamente, poco o casi nada ha andado estos viejos y pedregosos caminos.

Ha ganado los premios estatales de poesía, de cuento infantil y de ensayo, pero su relación pública con el cotidiano devenir de la actividad cultural local es menos que muy limitada. Ha cobrado sus premios e inmediatamente, y graciosamente, desaparecido del ámbito local.

Llega, pues a una pradera de la que tiene poca información.

Su formación como escritora permite vislumbrar un natural respaldo a las letras tlaxcaltecas.

Su condición como miembro de la comunidad LGBT, adelantaría la posibilidad de que se mantenga el apoyo a las actividades sobre la diversidad sexual.

Su actitud ante el amplio abanico de disciplinas artísticas locales está por descubrirse, pero el cúmulo de necesidades parece estar forzando la puerta.

En puerta está un muy roído festival internacional de títeres, urgido en extremo y con urgencia de cirugía mayor.

Está la puesta en marcha de la escuela textil, aunque su plan general fue arrancado ya por Marvel.

Está la urgencia de revisar el campo de las artes visuales en Tlaxcala, ante la miserable respuesta a la convocatoria del premio estatal en el campo este año… pese a la actividad de la Escuela de Artes de Tlaxcala.

Y está también, además, el necesario acompañamiento al proceso que lleva el anteproyecto de marras de ley de derechos culturales, compromiso que incrementará explosivamente después de su aprobación, pues nuevas responsabilidades engalanarán el vestido de la secretaria, una de las más importantes, la de coordinar las políticas públicas hacia sector artesanal.

En fin…

La misma edad que Marvel. La misma inclinación que Marvel en su identidad sexual. Ambos con su desarrollo profesional y personal fincado en la ciudad de México y los dos, una tras otro, ¿u otro tras una?, titulares de Cultura en Tlaxcala… y parece que para mutuo beneficio, la relación se estrechará entre los dos, ella en las políticas estatales, él en las políticas federales.

La comunidad artística y cultural en Tlaxcala, en tanto, solo se mantiene a la expectativa, ausente de su futuro en el devenir en un gobierno de izquierda.