Mié. Ene 22nd, 2025

Editorial

En la mitad del camino, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros en Tlaxcala se encuentra en su etapa de consolidación, de atender anomalías y afirmar fortalezas.

El sector cultural tiene en este periodo de gobierno una poderosa herramienta para desplegar recursos y programas: una nueva Secretaría de Cultura.

En el campo de la creación, las disciplinas artísticas, urge un programa integral que atienda necesidades en todas las ramas, que se instauren programas anuales orgánicos que eliminen o atenúen carencias en danza, teatro, música, artes plásticas y visuales, literatura…

Hay ya camino andado en, como ejemplo, literatura y artes plásticas y visuales, pero otras disciplinas caminan en el casi desamparo, como la danza.

Ligar los programas e instituciones de enseñanza, en operación o en ciernes, como la Edart o la licenciatura textil, hacia un horizonte general no necesariamente uniforme, pero sí orgánico, comunicado, con respeto a sus particularidades, podría consolidar un sistema de formación y capacitación altamente productivo, que se desgrane en una producción artística de mayor calidad, más amplia visión y que dialogue con la sociedad.

La cultura comunitaria, esa forma de expresión que cincela el rostro del pueblo tlaxcalteca, demanda una atención urgente y profunda, a partir de la sensibilización de su propia existencia, para sentar los cimientos de políticas públicas que reanimen su desgastada salud.

Urgente es, también, establecer vínculos con otras instituciones fuera de las fronteras estatales, contactos que posibiliten en necesario intercambio de experiencias, sensibilidades y conocimientos. Abrir ventanas hacia concursos regionales, nacionales y en otros países, construir puentes con otros festivales, instaurar programas de residencias foráneas… ¡abrirnos al mundo!

El camino es muy largo, pero los pasos hacia ese horizonte deben darse con firmeza, seguridad y consenso…

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