Sáb. Nov 23rd, 2024
Vista parcial del mural restaurado

José Luis Puga Sánchez

Oficialmente concluyó el proceso de conservación y restauración de los murales de Desiderio Hernández Xochitiotzin en el palacio de gobierno de Tlaxcala, en un acto que marcó la reapertura pública de la titánica obra de quien ha sido considerado el último gran muralista mexicano.

Sin embargo, está aún en la penumbra pública la naturaleza y eficacia de una parte de esa rimbombante restauración. Se desconoce, incluso en el equipo de restauradores del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del Inbal, el tipo de trabajos que fueron realizados por el INAH y la Secretaría de Infraestructura estatal.

El trabajo de restauración se desarrolló en dos vertientes. Una, estructural, fue relativa a la corrección de los problemas arquitectónicos que ocasionaban el elevado índice de humedad que afectaba al muro y, consecuentemente, a las pinturas, trabajos cuya responsabilidad y supervisión corrió a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y efectuado en la práctica por la Secretaría de Infraestructura de Tlaxcala. La otra vertiente fue relativa a la restauración de la pintura en sí, restauración realizada Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), de la Subdirección General del Patrimonio Artístico Inmueble del Inbal y se desarrolló en cuatro etapas, realizadas del 17 de diciembre de 2022 al 31 de mayo de 2024.

Los trabajos de restauración de la obra pictórica mural por parte del Cencropam consistieron en limpieza general mecánica en seco y una limpieza química, resanes en áreas con grietas, restauración en el cubo de escaleras —que acusaba una grieta transversal del techo a medio muro— y en la arcada de la planta baja, así como la reintegración matérica en pequeños faltantes. 

Como parte de la última etapa, se realizó la intervención en el muro oriente de la planta baja, mediante la consolidación de capas pictóricas exfoliadas por goteo y termosellador, y de estratos inestables por medio de inyección de materiales ligantes, así como la reintegración matérica para consolidar estratos y lograr la estabilización de oquedades y trabajos de reintegración cromática.

Jorge Herrera Cedillo, encargado del proyecto de restauración de la obra pictórica mural por parte del Cencropam, detalló que “se rescató la estratigrafía que se había perdido a causa de la humedad. Es un proyecto que cada cuatro años el Cencropam ha estado atendiendo, porque ha sido progresivo el avance de la humedad, que esperemos con esta intervención que tuvieron (la Secretaría de) Infraestructura y el INAH podamos decir que el mural puede durar un poco más de tiempo… pero contra la humedad, no es posible”.

El mural –puntualizó- se encuentra en su conjunto en 80 por ciento estable. Los únicos focos de atención son unos 15-18 por ciento que presentan fallas de infraestructura del inmueble, por lo cual retuvo humedad por mucho tiempo y ahora se está tratando de recuperar esa parte de los murales que la humedad destruye. Ahora queda esperar los resultados de una cala antropológica exploratoria que el INAH realizó para ver “qué hicieron con la humedad. Eso quiere el Cencropam saber: la ficha técnica de los trabajos que hizo el INAH”.

Piedra de Toque: ¿Todavía no tienen esa información?

No la tenemos. En esta ocasión que vinieron las autoridades de Bellas Artes se le está solicitando que se le pida al INAH y a Infraestructura la posibilidad de entregarnos la ficha técnica de los trabajos que hicieron, qué proporciones, quién lo hizo, en qué condiciones, porque eso va a ser el resultado de la restauración. La restauración está garantizada de acuerdo a los criterios internacionales de restauración, pero el muro esperemos que responda de la mejor manera para que esta restauración tenga una perdurabilidad mayor que las veces anteriores.

Versiones extraoficiales hablan de la presunta renuencia del Centro INAH Tlaxcala para entregar la información técnica de los trabajos bajo su responsabilidad, pese a que se le habría solicitado en varias ocasiones en las reuniones oficiales del Consejo Interinstitucional para la Salvaguarda y Protección del Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción (Consafran), organismo que congrega instituciones municipales, estatales y federales.

ACTUALIZACIÓN EN TIEMPO EXTRA

El acto de conclusión del proyecto de restauración y conservación 2022-2024 de los murales de Desiderio Hernández Xochitiotzin tuvo lugar el 17 de junio. Una semana después, el 24 de junio, el Centro INAH Tlaxcala difundió un comunicado de prensa, cuyo contenido textual se presenta íntegro:

A partir del proyecto de restauración iniciado en diciembre de 2022 y tras el análisis correspondiente, el equipo de especialistas del INAH supervisó y controló la excavación de dos cepas o zanjas a lo largo del muro este que soporta los murales al interior del Palacio de Gobierno.

Como resultado, además de conocer la composición del estrato de tierra subyacente al nivel de piso actual, con la intención de resolver el problema que afectaba la capa pictórica por capilaridad; en las cepas de 4.30 metros de largo, 60 centímetros de ancho y de 60 a 90 centímetros de profundidad, se identificaron una capa compuesta con arena, tierra color negro y material constructivo (ladrillos y trozos de xalnenes), así como cerámica vidriada de los siglos XVII y XX.

En el nivel 5 se localizó un elemento arquitectónico de 2 metros de largo, 80 centímetros de ancho y una profundidad no determinada, elaborado con piezas de xalnenes y bloques tepetates. La evidencia indica tratarse de un muro cuya construcción es anterior a donde el pintor plasmó su obra, por lo que, tentativamente su construcción se sitúa en el siglo XVI o XVII.  

Al terminar la exploración y el registro de los elementos hallados, se aplicó el tratamiento de conservación en ambas caras del cimiento del muro y se hicieron obras menores de ventilación que evitarán la saturación de humedad por capilaridad en la capa pictórica.

El INAH, por tanto, reporta el hallazgo de cerámica vidriada de los siglos XVII y XX, así como un muro que data en los siglos XVI o XVII. Pero del motivo fundamental que motivara el procedimiento de restauración y conservación recién culminado, que es la humedad, no reporta sus niveles antes y después de los trabajos, tampoco sitúa sus orígenes, menos el grado de afectación en el inmueble en general y particularmente en los murales. Habla de la realización de “tratamiento de conservación en ambas caras del cimiento del muro”, además de la realización de “obras menores de ventilación que evitarán la saturación de humedad por capilaridad en la capa pictórica”, pero no informa el tipo de conservación aplicado al cimiento del muro y menos detalla esas “obras menores” de ventilación efectuadas para combatir la humedad, que además aclara que lo que se buscó controlar es la saturación, o sea, el exceso, por lo que tampoco informa cuáles serían los niveles de humedad permitidos, antes de llegar a la saturación… No se combatió la humedad, sino su exceso, dice el comunicado de prensa.

EL MURAL, SU VALOR Y SUS SIGNIFICADOS

En el acto protocolario público de finalización de los trabajos, el secretario de Cultura en Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez, propuso diferentes lecturas para el mural y para el acto.

La primera lectura –dijo- tiene que ver con su legado, pues más que pintura son ventanas al pasado, lienzos que narran la historia de Tlaxcala desde sus orígenes hasta el siglo XX. “En cada trazo, en cada color se plasma un pueblo orgulloso y resiliente, guerrero, que ha mantenido sus tradiciones y valores durante siglos”.

La segunda lectura la orientó hacia el “compromiso con la cultura que ha tenido la gobernadora Lorena Cuéllar. Un compromiso con la cultura que ha tenido la secretaria Alejandra Frausto, con quienes hemos formado una gran alianza que ha permitido la restauración de los murales, pero además un gran programa de educación artística sin igual en otro estado de la república. Compromiso del INAH. Compromiso del Centro Nacional de Conservación y Restauración” … y habló de compromiso cumplido.

El acto –su tercera lectura- también se puede ver como una vista al futuro. La restauración de los murales preserva no solamente el tesoro artístico, también se honra la memoria de uno de los grandes muralistas de México, Desiderio Hernández Xochitiotzin, cuya obra invita a reflexionar sobre nuestra historia, fortalecer nuestra identidad y construir un mejor futuro para el país.

Otra manera de ver este evento –la cuarta lectura- es un llamado a la unidad, justamente después de un periodo electoral que “confirmó que el pueblo quiere seguir una ruta”, pero también quiere decir que frente a la cultura y al patrimonio, “todos nos podemos poner de acuerdo. No hay aquí diferencia política ni de ninguna otra índole que no pueda ser superada por la grandeza de nuestra cultura”.

Anunció la próxima circulación de un libro que recoge la memoria de todo el proceso de restauración, en la que se invirtieron 1.8 millones de pesos.

Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, tomó el acto como una despedida. Agradeció la decisión obradorista de situar su secretaría en “esta tierra del pan de maíz”. “Desde aquí, por todo lo hecho, te decimos gracias presidente, gracias Andrés Manuel”. Agradeció también a Lorena Cuéllar el trabajo conjunto.

“Tlaxcala es inmenso en cultura por la profundidad de sus raíces”, aduló. “En lo que se borda en San Isidro Buensuceso, en lo que se teje en Contla, o se defienden los maíces en Ixtenco, o se defiende la Malintzi como ese centro sagrado… La diversidad cultural es la mayor riqueza que tenemos”.

La cultura –recalcó la secretaria de Cultura- no es un adorno que se quita o se pone… La cultura es un eje de transformación

Frausto presumió, en casi un corte de caja, la ampliación del impacto en el país, ella lo ve así, de las acciones de la institución bajo su responsabilidad. Tlaxcala -aún lo asegura, pese a todo- fue su sede y, por eso, aquí se fundó la primera extensión de la escuela de arte de La Esmeralda; enalteció los convites y los semilleros que trabajan en Tlaxcala, y particularizó el semillero de artes escénicas de Tenancingo, por su trabajo mostrado ya incluso en el extranjero.

En ese su recuento sexenal de acciones, habló del plan de reconstrucción de edificios y monumentos históricos dañados por los sismos de 2017, sobre todo en Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Morelos, Puebla, Ciudad de México y Tlaxcala, sismos que no se olvidaron de los murales de Xochitiotzin y les dejaron grietas. Todos esos daños –informó- fueron subsanados con una inversión, solo para Tlaxcala y solo en 2023, de 101 millones de pesos, trabajos que ya concluyeron o se encuentran en su etapa final.

La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros se asumió como continuadora del trabajo que, en 1962, iniciara su abuelo Joaquín Cisneros para la conservación y promoción del patrimonio cultural de Tlaxcala, compromiso reflejado, dijo, en la obra de “uno de los muralistas más grandes del mundo, Desiderio Hernández Xochitiotzin”.

Lucina Jiménez López, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), resaltó el valor histórico y artístico del conjunto mural que, en una superficie superior a 400 metros, relata la historia y la cultura de Tlaxcala.

DESIDERIO HERNÁNDEZ XOCHITIOTZIN

El artista plástico, cronista e investigador Desiderio Hernández Xochitiotzin es considerado el último gran muralista mexicano y fue reconocido por el Congreso del estado de Tlaxcala con el título honorífico de embajador de la cultura Tlaxcalteca, por inmortalizar la cultura e historia de Tlaxcala y de México en sus obras. Su trabajo más icónico Historia de Tlaxcala y sus aportaciones a la Mexicanidad se encuentra en las paredes del palacio de gobierno de Tlaxcala. Se conforma de más de 450 metros cuadrados de obra plástica, está separada en 24 segmentos, dividida en los bloques: Tlaxcala prehispánica, La Conquista, El siglo de oro tlaxcalteca y Del siglo de las luces al porfirismo en Tlaxcala y México.

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