
José Luis Puga Sánchez
En tropel llegaron las celebraciones para el INAH en el estado: el 45 aniversario del centro INAH Tlaxcala, el 39 aniversario de la zona de monumentos históricos de la ciudad de Tlaxcala y el 44 aniversario de la apertura del Museo Regional de Tlaxcala… Como en tianguis…
Y en el histórico Teatro Xicohténcatl capitalino se compendiaron las festividades, aunque pocos convidados arribaran.
EL PRIMER OBISPADO DE LA NUEVA ESPAÑA
El 11 de abril de 1986 el gobierno de Miguel de la Madrid emite el decreto por el cual se declara una zona de monumentos históricos en la ciudad de Tlaxcala. “Los monumentos distinguidos se clasifican en arqueológicos, artísticos e históricos. Tlaxcala tiene el privilegio de contar con los tres rubros”, presumió José Vicente de la Rosa Herrera, director del Centro INAH Tlaxcala.
Las edificaciones etiquetadas –precisó- son bienes muebles e inmuebles producto del establecimiento de la cultura hispánica en el país; construidos del siglo XVI al XIX: templos y sus anexos, edificios y estructuras que estuvieron destinados al servicio y ornato público, y los que fueron usados por las autoridades civiles y militares, así como la arquitectura civil relevante y que conservan su valor histórico, artístico o cultural.
La ciudad de Tlaxcala –añadió- posee una zona de monumentos históricos integrada por 33 manzanas, en las que existen al menos 124 edificios de valor histórico y arquitectónico construidos entre los siglos XVI al XIX, como lo refiere el decreto emitido por el Poder Ejecutivo federal en 1986, el que establece en sus objetivos principales:
1. Proteger y conservar los monumentos históricos y su entorno, garantizando su integridad y autenticidad.
2. Regular las actividades que se realicen en estas zonas, como la construcción, la restauración y la rehabilitación de edificios.
3. Fomentar la investigación, la documentación y la difusión del patrimonio cultural y arquitectónico.
Además, el conjunto conventual franciscano, uno de los inmuebles con mayor relevancia histórica para Tlaxcala, que comenzó su edificación en 1524, es a partir del 27 de julio de 2021 Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco, con su área de influencia en la zona de monumentos históricos.
Pablo Trujillo García, de la coordinación nacional de monumentos históricos del INAH, agregó al discurso de De la Rosa que Tlaxcala, “pequeño en territorio”, tiene 6 declaratorias de zonas de monumentos históricos, solo superado por Veracruz, que tiene 7, a la par con la Ciudad de México también con 6 y Michoacán 5. Son los estados con el mayor número de declaratorias.
Los trabajos previos a una declaratoria de monumentos históricos –precisó Trujillo- van desde trabajos de campo, con tomas fotográficas, pensemos en cámaras análogas, fotografías en color, en blanco y negro, diapositivas; contar con los planos catastrales, que, en caso de no existir antes, se tomaban a partir de fotografías aéreas en cada manzana; recorridos a pie para identificar los monumentos históricos; se elabora la cartografía, se elabora el proyecto de decreto que tiene que ver con los hechos históricos que dan relevancia nacional a cada zona de monumentos históricos; trabajan historiadores y actualmente geógrafos, topógrafos, urbanistas…
Y aunque no consideran el patrimonio inmaterial –dijo-, cada una de las zonas de monumentos históricos está vinculada a ese patrimonio inmaterial, que puede ser peregrinaciones, viacrucis, fiestas, bailes, música, danza, gastronomía, registros orales y “lo que podemos entender como artesanía, arte popular”.
“Hablar del sarape de Saltillo me evoca cien por ciento Tlaxcala. Los trompos famosos de Apizaco, que en algunos casos nos tocó todavía jugar con ellos, gozar en algunos de los bailes o en nuestras casas los sarapes”.
María Sánchez Vega, especialista de catálogo y zonas de monumentos históricos del INAH, dijo a su vez que de las 6 zonas de monumentos históricos que tiene Tlaxcala, 5 fueron firmadas en 1986, con la presidencia de Miguel de la Madrid, todas en abril, la primera de Ixtacuixtla el 1 de abril, Calpulalpan el 3, Apetatitlán el 4, Tlaxco el 9 y Tlaxcala el 11 de abril. En racimo.
El decreto para la capital menciona que San Francisco fue el primer obispado de la Nueva España y la capital tuvo títulos como la “Leal ciudad” y la “Muy noble y leal ciudad de Tlaxcala”.
Se asienta en el mismo documento: “Las características de edificación de la ciudad, la relación que guarda en sus elementos que conforman su estructura urbana y el entorno físico y natural, tal como hoy en día de conservan, son elocuente testimonio del valor e interés para la cultura e identidad nacional, que representa uno de los más notables ejemplos de los espacios urbanos en México. Durante el desarrollo del país se lograron importantes expresiones originales en sus monumentos y elementos urbanos. La ciudad de Tlaxcala también tuvo mucha relevancia en los hechos históricos del siglo 19, como fueron la independencia y la reforma”. En el siglo 20, culminó su intervención con su opinión, sigue estando en el “ombligo” regional del país.
El alcalde de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, afirmó que, en la historia de la ciudad de Tlaxcala, se materializa la fusión de la época virreinal y el legado ancestral de la cultura tlaxcalteca, de la que surgió el mestizaje y la nación mexicana como es concebida en la actualidad. “En este mismo lugar, hace casi 5 siglos se formó una ciudad que representa las raíces de un pueblo, sus tradiciones, su identidad y su papel fundamental en los procesos fundacionales de México”.
La zona de monumentos históricos de la capital, para la secretaria de Cultura, Karen Álvarez, no solamente es un testimonio arquitectónico de nuestro pasado virreinal, sino un símbolo vivo de la identidad tlaxcalteca. Nuestras calles, nuestros templos y nuestros edificios nos hablan de nuestra resistencia y también de la fusión de culturas que han forjado esta tierra, que es la “cuna” de la nación mexicana.
Adelantó, sin revelar prenda, que en octubre habrá “una serie de celebraciones” en ocasión del 5 centenario de la fundación de la ciudad de Tlaxcala. Reveló también que está en preparación el catálogo histórico de los monumentos, además de trabajarse en una exposición.
Se entregaron también reconocimientos a municipios con declaratoria presidencial. Aquí, extrañamente, el alcalde Tlaxcala y su director de Cultura entregaron reconocimientos a sus homólogos, sus pares, quienes casi al unísono, todos, recibieron la declaratoria.
CENTRO INAH CASI MEDIO SIGLO
Gestora y primera directora del Centro INAH Tlaxcala 45 años atrás, la antropóloga Yolanda Ramos Galicia recibió un reconocimiento por su trayectoria y aportación a la cultura de Tlaxcala.
En el acto se puso en relieve sus estudios de danza regional en el ahora Inbal, además de arqueología y museología en París, Francia.
Fundó la Casa de Artesanías y el Museo de Artes y tradiciones Populares de Tlaxcala. En 2017 recibió la presea Ciudad de Tlaxcala y ha publicado el libro “Así se come en Tlaxcala”, trabajo de investigación culinaria en las comunidades tlaxcaltecas. Apoyó la creación del Museo Regional de Tlaxcala.
También se entregaron reconocimientos a trabajadores jubilados y en activo con más de 30 años de servicio en el Centro INAH.
EL EDIFICIO EN PIE MÁS ANTIGUO DE LA NUEVA ESPAÑA
Tuvo también su fiesta de cumpleaños por sus 44 años de actividad. El Museo Regional de Tlaxcala es una edificación del siglo XVI, muestra de la fuerza de mano de obra indígena en el periodo entre 1524 y 1542, es parte integral del ex conjunto conventual franciscano, hoy declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Escenario y punto de encuentro de la comunidad en la tarea de evangelización de los frailes franciscanos, el lugar también fue el centro divulgador de la fe en la Nueva España, su advocación se relaciona con otra efeméride clave en la historia de Tlaxcala: la caída de Tenochtitlan, sucedida en 1521, solo tres años antes del inicio de la construcción del conjunto franciscano.
A lo largo de su vida el conjunto fungió como cuartel, hospital y penitenciaría, para después erigirse nuevamente como espacio de encuentro para la comunidad. Luego de su acondicionamiento, el 28 de marzo de 1981 el museo abrió sus puertas, cuando la invaluable labor de promotores locales, como Yolanda Ramos y Jaime Sánchez, materializó la instalación del museo. Un año más tarde albergó al Centro INAH Tlaxcala, que hasta entonces había atendido desde la sede en Puebla, para posteriormente reubicarse en una casona de Tizatlán.
El inmueble se confirmó como guardián de la memoria tlaxcalteca, tras el nombramiento de Diego Martín Medrano, en 2014, como director del Museo Regional de Tlaxcala, experiencia “plena de satisfacciones ante la estabilidad del lugar hasta este 2025”, reconoce el director.
La experiencia en el nuevo discurso museológico con que reabrió el Museo Regional una década atrás, lo hacen un gran espacio para la difusión del acervo y la cultura, al dar cabida a la actividad académica convocando a la comunidad estudiantil, profesional, especialistas y población en general a actividades como ciclos de cine, conferencias, seminarios, talleres para adultos e infantes, cursos como el de paleografía y exposiciones.
Siempre importante ha sido el intercambio cultural y sus recorridos por sus salas, que abarcan desde el Paleolítico hasta el siglo XX, dan cuenta de innumerables pasajes históricos regionales, representados en 200 piezas que integran la exposición permanente “Tlaxcala, tierra de encuentros”. El museo en general guarda más de tres mil 500 bienes culturales en sus colecciones clasificados en paleontología, historia virreinal, etnografía y arqueología.