Dom. May 19th, 2024
Olivia Teroba en su taller en el Museo Miguel N. Lira

José Luis Puga Sánchez

“Tlaxcala es la cuna de la nación, el lugar donde en promedio el crimen organizado mata cinco personas al mes y una de las entidades más seguras del país.

“Es un estado con una capital del mismo nombre, un lugar donde muy pocas personas compran libros, entran a librerías o bibliotecas, quizá porque la mitad de sus habitantes vive en situación de pobreza, o porque hay pocas librerías y muchos bares. También hay muchos choques producto del alcoholismo y un museo de arte que expone una y otra vez artistas regionalistas del siglo pasado.

“Es una ciudad donde, si se empieza a escribir, se encuentra en un medio literario arropado por el desencanto y el recelo. Tlaxcala es la cuna de la trata de personas, el lugar donde el sol corona el Matlalcueyetl, el del chiste de las escaleras eléctricas, a donde vengo a que me hagan tratamientos dentales porque el dentista es más barato.

“Un estado que queda a dos horas de la ciudad de México, a veces tres, sin tráfico, el sitio donde me duele todo, donde duele todo, donde entré por primera vez, sola, a una iglesia, así, llorando, y hablé con dios, el lugar al que vuelvo cuando estoy triste y que casi siempre me deprimes. Pero a veces no. A veces volvemos a encontrarnos, la ciudad y yo, y nos contamos secretos”.

Todo lo anterior es parte del libro ‘Un lugar seguro’, de Olivia Teroba, publicado en 2019, pero recién salida del horno una nueva edición, cuya presentación ocurrió días recientes en el Museo Miguel N. Lira, en el centro de la vituperada capital tlaxcalteca, en el marco del diplomado en creación literaria en marcha en tal recinto.

Y ahí, ante un atento público, con la también escritora Mónica Vargas a su lado, Olivia recordó aquellos momentos cuando el libro salía a la calle. Se encontraba ella –dijo- en la etapa final de su beca en la Fundación de las Letras Mexicanas y buscaba su camino en la vida. Qué hacer, dónde escribir, dónde publicar, con qué editorial trabajar, qué escribir… “Recorría librerías y no encontraba autores que escribieran como ella. No hay hombres atormentados, solo mujeres”. Y empieza así a entender su pasado, sus orígenes, sus raíces. Sabe entonces que su manera de acercarse a la cultura y a la literatura es otra… y empieza su propio camino.

‘Un lugar seguro’ está escrito en primera persona, es por tanto su visión personal. Pero también –concede- es político, pero un sentido político de comunidad; “cuando uno cuenta su historia, pero la cuenta en un sentido muy sincero y cuando se cuentan estas cosas que no se deben decir, generalmente hay identificación porque los signos que abordamos son muy parecidos. Eso que nunca le has contado a nadie dice mucho de tu personalidad”.

La parte literaria –explica- no es solamente desahogarse y confesarse, hay un impulso para eso, pero “también implica ir cuidando que en esa lectura se puedan transmitir esas ideas, se pueda ir conduciendo a los lectores a través de la sensibilidad y las emociones. Esa fue la parte más de trabajo literario en el libro”.

La también escritora local Mónica Vargas pone un letrero inicial sobre su participación: Cita la frase de Virginia Wolf: todas las mujeres necesitamos una habitación propia, pero le hace un añadido: las mujeres no necesitamos solo eso, también un lugar seguro para hacer lo que tenemos que hacer, simplemente ser nosotras mismas.

Para ella, el libro de Olivia Teroba significó un puente para sobrepasar la pandemia y el enclaustramiento que el virus impuso al mundo. Descubre una reciente conversación con su madre, quien le habría confesado que ‘Un lugar seguro’ le destapó el cofre de los recuerdos, de su infancia, su adolescencia y su “primera” juventud en Tlaxcala porque, “lo cierto es que Tlaxcala a pesar de ser tan pequeño, es muy diverso, sin embargo, tiene sus características, como nuestra idiosincrasia, nuestras creencias, nuestros cotidianos domingos, los libros que leemos…”.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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