Lun. May 20th, 2024

José Luis Puga Sánchez

El propósito fue claramente explícito: generar espacios de discusión que permita el desarrollo de conocimiento y la difusión de reflexiones teóricas, resultados de investigaciones empíricas y experiencias de intervención pedagógicas en los ocho ejes seleccionados en esta ocasión, por lo cual la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx) inundó al campus principal universitario con su Primer Congreso Nacional de Estudios en Humanidades.

Otro objetivo fue: abrir el debate sobre aspectos teóricos, metodológicos, políticos, estéticos y éticos presentes en el pensamiento actual, con el fin de promover y ampliar las acciones de vinculación entre las humanidades y los distintos sectores sociales.

Los ejes temáticos para el congreso fueron: ‘Desafíos y perspectivas en la investigación interdisciplinaria y la didáctica de las humanidades’, ‘Humanidades y problemas prioritarios’, ‘Aspectos teóricos y prácticos de la crítica en la filosofía’, ‘Identidad y cultura’, ‘Procesos históricos’, ‘Estudios del discurso escolar, académico y disciplinar, alfabetización académica y procesos de literacidad en contextos escolares y comunitarios’, ‘Enseñanza de Lenguas’, ‘Literaturas no canónicas y paraliteratura’.

La justificación del congreso descansa en la conciencia de que “las humanidades constituyen el correlato del humanismo. Al tratarse del conjunto de disciplinas que estudian los diversos campos en los que actúa y se expresa el ser humano, su ámbito se extiende a todos aquellos saberes que nos permiten comprender la manera como los individuos procesamos y documentamos la experiencia humana. En la actualidad, los estudios en humanidades ofrecen perspectivas que, con una mirada inter y transdisciplinaria, buscan aportar conocimientos y generar metodologías para abordar problemáticas prioritarias a nivel local y global”.

Bajo el paraguas de la Faculta de Filosofía y Letras se guarecen las licenciaturas en Antropología, en Enseñanza de Lenguas, en Filosofía, en Historia, en Lengua y Literatura Hispanoamericana, así como las maestrías en Estudios del Discurso y Literacidades Académicas y en Estudios Interdisciplinarios en Humanidades.

En el caso particular de la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana, su coordinadora, Jaqueline Bernal Arana, explicó que la temática de su área, las paraliteraturas, “son aquellos discursos que están al margen, en la periferia del canon literario, como la ciencia ficción, lo fantástico, lo maravilloso, temas que forman parte de una muy rica tradición de nuestra literatura, pero que no tienen el peso de una novela realista a la manera de Fuentes, de Rulfo… que siguen marcando canon en muchas y muchas generaciones”.

Jaqueline Bernal dio esperar que del congreso los estudiantes deriven temas de investigación, “en las conferencias toman nota de autores y tiene ya algunos intereses como crear grupos de trabajo, prestarse libros, conseguirse los libros mencionados en las conferencias y que de ahí deriven en intereses académicos, personales y afectivos relacionados con la literatura y las humanidades”.

Y ejemplificó: en cierta conferencia se abordó un tema, el “necrocidio”, tema que “puede atribuirse a la nota roja, al ámbito exclusivo del periodismo, pero se lleva al terreno de la interdisciplina y vemos que hay un componente filosófico en lo que pasa, por ejemplo, con las desapariciones forzadas en nuestro país, los crímenes, la impunidad… y que hay toda una interrelación muy rica desde los historiadores, los antropólogos y los escritores, a través de los testimonios de las víctimas, o los mismos sobrevivientes. Fue una conferencia muy desoladora, pero paralelamente muy provocadora en cuanto a los intereses, a lo que despierta en nosotros como un objeto de estudio, pero también como una reflexión muy humana”.

Hubo, contradictoriamente, filosos yerros, como el sucedido el viernes con la mesa 23, ubicada en el eje 5, procesos históricos, a desarrollarse en el salón Residencia Universitaria, donde estaban programadas las conferencias “Ayuntamiento, concejales y poder local en la ciudad de Tlaxcala entre los desafíos de la Guerra de Reforma y el Segundo Imperio”, a cargo de José Juan Juárez Flores; “Dos congresos anticomunistas en México, 1950 y 1954”, por Juan Uvaldo Estrada Ramos, y “La memoria en contienda: etnicidad, territorio y lucha política en el Valle de Cholula, Puebla”, que sería impartida por Sabeli Sosa Díaz, los tres ponentes de la universidad anfitriona… pero no hubo nada. A decir de los responsables del espacio, el lugar fue solicitado, pero nunca se habilitó. Una mesa sola y abandonada era el único mueble en la rotunda soledad del empolvado salón, nada más. Afuera, un confundido grupo de alrededor de 15 estudiantes buscaban información, la que sea, sobre el destino de esa mesa. Se retiraron sin poder despejar su falta de información y un interés frustrado.

Registró finalmente el congreso 89 especialistas y 24 instituciones participantes, lo que hizo evidente la variedad de enfoques y perspectivas teórico-metodológicas que convergen cuando se trata de estudios en humanidades, en espera de encontrar voces coincidentes para continuar la discusión académica y buscar solución a los múltiples problemas que aquejan a nuestras sociedades.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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