Lun. May 20th, 2024
El tianguis de trueque

José Luis Puga Sánchez

En época de convulsiones, de alteraciones sociales, culturales y económicas, buscar alternativas para fortalecer la economía familiar, sin alejarse de las identidades culturales, es vital. Y eso es precisamente el objetivo que persigue el tianguis de trueque que periódicamente se desarrolla en el Palacio de Cultura de Tlaxcala y en otros municipios estatales.

Yesica Vásquez, coordinadora del colectivo Tianguis de trueque, explica que el objetivo es mostrar otras formas de consumo; que se reasuma el truque al menos en algunos momentos de la vida, para sin efectivo hacer circular sus productos u objetos en desuso; motivarlos para que produzcan, ya que se está olvidando la producción del campo, la producción agroecológica, el consumo local.

“Eso buscamos, que la gente esté produciendo en sus casas, en sus huertos, en sus parcelas y que sus productos los traiga a estos tianguis”.

El tianguis del truque se realiza el último domingo de cada mes en el Palacio de Cultura desde hace cuatro meses, pero cumplirá nueve años en noviembre. “Desde el 2014 lo hacemos, pero su estadía ha sido errante, por ejemplo, alrededor de dos años en el parquecito de San Nicolás, pero nos hemos movido porque el ayuntamiento no nos daba permiso”.

El tianguis ya tiene réplicas en Ixtacuixtla, en Zacatelco y cuando son invitados se desplazan a otros municipios, comunidades, escuelas…

“Levantar el tianguis ha sido difícil. Al principio la gente no quería participar, pues esperaban un recurso económico a cambio, sobre todo la gente que produce, por eso como que se resistía, pero hay gente que de manera constante espera el trueque, como la señora Marta, quien produce maíz, viene desde Tepetitla y por varios años ha asistido. Magda es de Ixtacuixtla y ella ya está llevando el trueque a ese municipio por varios años. La señora Isidra tiene más de 80 años de edad y participa. Hay gente ya asidua y gente nueva”.

Los productos en oferta son diversos, pues son los que cada quien produce, pero siempre hay ropa, pero también con frecuencia hay libros, plantas, semillas, alimentos, despensa, frutas, hortalizas… “Estamos inculcando que la gente produzca”.

Y ya en el tianguis los participantes intercambian casi todo lo que ofrecen. “Inicialmente no entienden el mecanismo, pero una vez que lo comprenden el resultado es bueno y ellos mismos enseñan a los nuevos, porque todo se basa en el diálogo: qué traemos, qué necesitamos y no estar acumulando cosas en casa, que es otra parte del consumo. La gente busca algo a lo que le va a dar uso y se desprende de lo que no está usando”.

El tianguis es exclusivo para intercambio. El uso del dinero está prohibido y los mirones solo serán eso, pero no compradores. Cuando es el caso de alguien que no tiene en el momento producto para intercambiar, pueden dialogar y acordar una fecha para hacer el trueque, o en el momento ir a la tienda y regresar, como ejemplo, con un kilo de azúcar, si esa azúcar es necesaria para el ofertante.

El nivel de asistencia ha ido en incremento, pero esperan siga ese camino y, en determinado momento, ser reconocido como uno de los tianguis más importantes en el estado, como una alternativa de consumo, no de ventas con dinero. “Es como antes le hacía la gente: platicaban y era contacto directo productor-consumidor”.

En la más reciente edición el tianguis tuvo registro por alrededor de 80-90 participantes

Los organizadores en su mayoría son mujeres interesadas en la producción de alimentos, en la economía solidaria, organizadas informalmente bajo el esquema de un colectivo. Seis mujeres y dos hombres todos de diferentes comunidades, quienes se conocieron en distintos momentos en el mismo tianguis y desde nueve años atrás empujan esta iniciativa solidaria.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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