José Luis Puga Sánchez

Un radiante día cobijó la inauguración de la exposición “Desiderio Hernández Xochitiotzin, sembrador de nubes”, montada en el Museo de Arte de Tlaxcala (MAT) aun en el jolgorio de la celebración del 101 aniversario del nacimiento del destacado muralista

La muestra regala un recorrido por una selección de la obra en óleo en mediano y gran formato, además de contener diversas ediciones, objetos diversos y artículos personales el artista, entre ellos su propio caballete.

Emerson Balderas, quien realizo la curaduría de la exposición, la presentó dividida de acuerdo a las cuatro estaciones del año. Cada estación contiene la obra que por su esencia transmiten determinadas emociones.

Antonio Martínez Velázquez, titular de la Secretaría de Cultura, dijo que la muestra significa una representación de la cultura ideográfica del muralista, integrando la historia y las tradiciones del estado a la obra del artista.

Adelantó también la restauración integral de los murales de palacio de gobierno y la publicación un libro con una serie de ensayos académicos sobre la obra de Xochitiotzin, volumen que “tiene textos académicos fuertes, importantes y críticos de la obra del maestro y creo que eso enriquece mucho”, pues confió que el libro servirá como un texto de consulta para las redes de investigación que buscan conocer el trabajo de Desiderio Hernández Xochitiotzin. 

Y después que la directora de la Fundación Desiderio Hernández Xochitiotzin, Citlalli H. Xochitiotzin, diera la bienvenida solo al “ala femenina” de su familia, su hermana Xóchitl, sin voltear a ver a sus hermanos también presentes, dijo que la gobernadora Lorena Cuéllar estaría estudiando la posibilidad de adquirir la casa del muralista en la capital tlaxcalteca, para transformarla en museo.

El anuncio fue matizado solo minutos después por el secretario de Cultura, quien aclaró que el proyecto es competencia exclusiva de la familia, pero él no lo ve con “malos ojos”, pues el eventual museo se encontraría en el polígono del conjunto conventual y catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Martínez Velázquez, sin embargo, no descartó eventuales circunstancias “propicias” para concretar ese proyecto, pero en caso de ser así su gestión recaería en la Secretaría de Cultura, por tratarse de un “asunto de Estado” la obra de Xochitiotzin.

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