Mié. Sep 18th, 2024

Editorial

Fue el día de la santa cruz… y el día internacional de la libertad de expresión. Este 3 de mayo marcó una cruz que llevamos los periodistas.

“A los periodistas no los mates a balazos… mátalos de hambre”, filosofía que por siempre se ha ejercido desde el poder, ya sea político, económico, empresarial, eclesiástico…, cuya vigencia Alejando Moreno Cárdenas, ‘alito’, presidente nacional del PRI, tuvo a bien recordar, gracias a los audios difundidos sobre su “manejo político”.

Esta sentencia oscila permanentemente sobre las cabezas de los escritores de noticias, de los opinadores. Practicamos un oficio de alto riesgo.

Hoy día desde las diferentes esferas de la actividad política, gubernamental, se tejen férreas redes de control sobre la actividad periodística. Se difunde lo que se autoriza. Se reserva lo que duele, lo que incomoda.

¿Y el derecho social a la información?

Práctica común en la administración pública, en todos sus órdenes, es solicitar “ayuda” a la prensa cuando buscan difundir ciertas actividades de su notorio interés. En sus conferencias de prensa anticipatorias insistentemente piden “apoyo” a los medios y a los periodistas, aunque nunca se tenga acceso, salvo muy contados casos, a los presupuestos para publicidad.

Y es claro, en el sector cultural, cuando menos, que la cobertura del hecho periodístico es magra o casi nula, en la enorme mayoría de los casos.

Se supone, podría pensarse, que los medios y los periodistas y los opinadores vivimos de algo etéreo, de aire.

Los espacios, las herramientas, los mecanismos y los sistemas tienen un costo… pero se pide “ayuda”, siempre es “apoyo”. Y las personas que trabajamos en los espacios de difusión, como cualquier profesional, tenemos derecho a un ingreso, eso buscamos, para eso nos preparamos.

Eso no se ve desde el poder…

O se usa para sujetar, para controlar.

Cierto, es inocultable que los medios de información tenemos un serio pendiente con la profesionalización, con la ética, con la democracia, con la socialización… Es un camino aun largo que nos espera, sin lugar a dudas.

Baste para ilustrar este punto la maniquea y parcializada cobertura que se da a las campañas electorales en marcha. Se está a favor o se está en contra… de los contendientes políticos.

¿Cuántos medios de información vemos el proceso electoral desde la ciudadanía, desde las necesidades sociales? ¿Cuántos observamos sin los lentes de las ideologías y de los grupos políticos?

La brutal manipulación informativa alrededor de Andrés Manuel López Obrador, a favor o en contra, es otro signo de la urgencia de una revisión a la actuación periodística.

Pero muchos de los periodistas de a pie, los de la brega cotidiana, los del sudor, vemos esos diferendos cupulares desde la galería… pero nos enfrentamos a sus consecuencias: presiones, amenazas, información superficial, mutismo total, una imagen pública cuestionada, desdenes…

Un botón:

“Sin derecho a tener un asiento y tomar video y sin transmitir en vivo” …

“A los periodistas no los mates a balazos… mátalos de hambre” … y con el menosprecio.

Pero estamos listos para “ayudar”.

Por admin