Jue. May 2nd, 2024

Editorial

Así sean solamente minúsculos destellos, pero las dos candidatas a la presidencia de México han hecho públicos algunos rasgos de lo que podría constituir su política cultural en el siguiente periodo gubernamental federal.

Detrás del lente de las filias y de las fobias, ciertamente, pero ha sido posible emitir opiniones sobre esos destellos.

Hay quienes señalan faltantes, proponen nuevos temas y nuevos enfoques, corrigen equivocaciones, apuntan limitaciones… pero se opina.

Aun con esa brutal insuficiencia de información.

¿Y en Tlaxcala?

En nuestro estado hay también elecciones el 2 de junio.

Se renovará aquí el Poder Legislativo y las 60 presidencias municipales.

Hay también candidatos en campaña que aspiran a una curul federal, en cualquiera de las dos cámaras.

Pero en Tlaxcala la cultura es tema muerto.

Ninguna candidata, ningún candidato muestra en su agenda un mínimo de conocimiento por la cultura en la entidad, por la actividad en las comunidades, por el trabajo de los artistas.

Pero fácil es hartarse la boca con “orgullo” cuando se habla de la historia de Tlaxcala, cuando se hace referencia de nuestros pueblos originarios, cuando se toca el mito de la traición, cuando se habla de una “tlaxcaltequidad”…

No hay duda, sin embargo, que ese caudal de calificativos está vacío de esencia, carecen de conocimiento, están desprovistos de sensibilidad…

No conocen la cultura ni el arte de Tlaxcala.

¡No les interesa!

¿Puede así alguien adivinar el sentido y la profundidad de las políticas culturales por venir?

¡Y se obligará a su cumplimiento!

Por admin