José Luis Puga Sánchez
Personas con algún grado de discapacidad física o neurológica, pero todas reunidas y unidas alrededor del arte, hicieron presente su trabajo en una muestra colectiva expuesta en El Toronjil, como parte del ciclo Noche de museos.
Los 16 autores, sin excepción, tiene algún grado de deficiencia física o neuronal y todos, también si excepción, han sido reunidos en Copitl, Centro de Desarrollo Integral AC, asociación dedicada a la enseñanza terapéutica de las artes en Tlaxcala a niños con capacidades diferentes.
Alejandro Ipatzi, codirector de El Toronjil, detalló que algunos de los participantes padecen impedimentos físicos, otros, neurológicos, pero todos manifiestan su necesidad de insertarse en un mundo que “desde un primero momento los aísla, los menosprecia, los discrimina, pero han manifestado su mundo interno de manera magistral, en una muestra de su habilidad, de su talento y de su destreza”.
Colectivamente, su trabajo demuestra su encuentro con otras personas en similares condiciones y, por ello, se han generado redes de contacto y amistad que contribuyen a su evolución individual.
“Muchos de ellos, estando en casa, en un entorno donde son diferentes, no se les prestaba la debida atención, pero su trabajo terapéutico en Copitl les ha permitido, primero, conectar desde su mundo interno hacia la expresión artística, y por el otro lado, al verse con otros niños parecidos a ellos se reavivan y experimentan una alza anímica y espiritual importante”.
Son, todos, muy meticulosos para trabajar con las herramientas, con los detalles. Cada uno de ellos, desde su muy particular enfoque, elige un tema para desarrollar y lo hacen.
El acompañamiento pedagógico y didáctico en Copitl no termina con un taller para “entretenerlos”, sino que hay todo un programa de formación, aseguró Ipatzi, quien cuenta ya con la experiencia de haberles impartido un taller de cartonería y de barro.
El grupo cuyo trabajo se expuso en El Toronjil, va desde una niña de once años hasta una persona de 35 años; aunque aclara Ipatzi que en ciclos anteriores ha habido personas de la tercera edad, todos ellos con algún tipo de regazo.
La muestra en El Toronjil consta de 16 obras, cada una de autor diferente. Algunos trabajos fueron elaborados en colaboración, hay casos donde los marcos los hicieron ellos mismos y colaboraron en el embalaje.
En cuanto a técnicas, en la exposición es posible apreciar su diversidad, como el abstracto a partir del acrílico, hay mezclas, acuarelas, tiza con crayón, hay un libro intervenido, hay un diorama con relieves, otro diorama circular con gis pastel, además de un pequeño grupo de bordados en tela.
Es ese –subraya Ipatzi- uno de los planteamientos de Copitl: no dejarlo solo en una mera expresión emocional, sino elevarlo a un rango con la calidad artística suficiente para que las obras se puedan exponer en diferentes espacios públicos.
Están trabajando un plan para abrir una página en internet por la cual se pueda exponer y vender la producción artística del grupo, la cual ya tiene el suficiente nivel para ser expuesta en galerías y en catálogos de algunos corredores de arte.
contacto: piedra de toque@live.com