Dom. May 19th, 2024

José Luis Puga Sánchez

Cuando menos en fin de año la inercia que acompañaba a la ola de la diversidad pareció diluirse… o pausarse. La posada organizada por la oficina de atención a la diversidad sexual de la Secretaría de Cultura lució desangelada, anodina, pues el desaire pareció despeinar sus cabellos acicalados para la ocasión.

Adil Aranzubia, responsable de la oficina, cuando menos dos veces antes del evento anunció a los escasos presentes que la directora de la red de museos, Magali Cruces, “si llegaba” regalaría unas palabras. La inseguridad sí estaba presente.

… Y llegó… para decir que el secretario de Cultura, que pocas horas antes, esa misma mañana, había participado en un evento, no podría asistir porque se encontraba muy mal herido de gripe… “y no quiere contagiar a nadie”. Y no dijo más.

Aquel primigenio comité orgullo y memoria de la comunidad LGBT+, tantas veces presentado por el secretario de Cultura y acompañante suyo en múltiples eventos, conformado por Miltzin Sarmiento Xochitiotzin, Teresa Álvarez Benítez, Noé Barrera Grijalva y la propia Adil Aranzubia Juárez Angulo, con su ausencia dejó un hueco enorme.

Media hora después de la hora anunciada para el evento, para dar oportunidad a más gente acudir, justificaría Adil, pero finalmente la convocatoria habría de ser desatendida, inició la lectura dramatizada de una pastorela recién escrita en el taller que para tal exclusivo fin abrió la oficina para la diversidad.

Cierto, no puede haber un nivel alto de exigencia para un grupo que no ha sido preparado, ni tiene como objetivo realizar presentaciones escénicas, pero la calidad escénica fue muy desigual, pues lo mismo hubo quienes mostraron cualidades en el manejo de voz, incluso con algunos movimientos teatralizados, pero al lado hubo otros que leían sus líneas sin ningún tipo de intención vocal. Y todos, lectores escénicos y la conductora del programa, Adil, en muchos momentos hasta dejaron olvidado el micrófono.

El pequeño auditorio de la Pinacoteca prestaba cobijo a tal vez 20 personas, un porcentaje muy reducido de su ya de por si magra capacidad.

Vino el momento de la entrega de reconocimientos.

La lista de elegidos fue extensa, pero esa premiación se vio oscurecida por la ausencia de cuando menos el 70 por ciento de los reconocidos. Y algunos recibieron doble reconocimiento por actividades diversas. Al abultado folder con los reconocimientos a entregar, terminó el evento casi tan obeso como cuando llegó.

Los medios de información tampoco fueron excepción. Solo dos estuvieron presentes para testificar la posada diversa y su diversidad… que no fue tanta.

Al final, liberada ya de presiones, Adil Aranzubia, ante ese dueto de medios de información, hizo un recuento un poco más pormenorizado de sus actividades realizadas: conversatorios virtuales, entre ellos “Cuándo es un buen día para salir del clóset”, otro referente al día internacional de las personas LGBT en la ciencia y la tecnología; talleres como el de escribir pastorela, el de fotografía y el de conceptos básicos de la diversidad sexual; señaló también una instalación en papel picado, con motivo de los medicamentos que forman parte del tratamiento para las personas con VIH; además, proyecciones de video arte, con un conversatorio incluido en el que participaron artistas LGBT.

Calificó como su mayor audiencia la obtenida en la proyección de los videos sobre VIH, donde calcula que llegaron a estar presentes alrededor de 60 personas, pero explica la ausencia de una mayor audiencia por la muy reciente creación de la oficina a su cargo, apenas en octubre reciente, por lo que no ha podido aun hacer llegar su información a las poblaciones diversas.

“En lo futuro tendremos otro tipo de actividades, como será dar continuidad a los talleres que hacen referencia, por ejemplo, a los discursos de odio, al lenguaje incluyente, a la diversidad sexual con lenguaje inclusivo, focalizado a periodistas, para que no continúe la promoción de los discursos de odio; daremos continuidad al taller de fotografía, a los talleres de escritura”.

Adil fundamenta que la actividad de la oficina de atención a la diversidad sexual se centre exclusivamente en temas culturales, porque la oficina nace justamente del vientre de la secretaría del ramo; sin embargo, al ser unas de las “primeras” oficinas de atención a la diversidad sexual en Tlaxcala, aseguró que canalizará a las instituciones correspondientes los temas que aborden la salud, los discursos de odio, de violación a los derechos humanos o discriminación hacia las poblaciones LGBT+, incluso las violencias intrafamiliares.

La dimensión, la cuantía de las poblaciones LGBT+ en Tlaxcala no ha sido medida aún, aceptó Adil, pues se trata de una población “históricamente invisibilizada y vulnerada, no tenemos datos duros hasta el momento”, pero adelantó que su oficina iniciará un paulatino trabajo de recuperación de estos datos a través de estudios situacionales, de encuestas de las personas LGBT+ en Tlaxcala y buscará la manera de generar instrumentos que puedan censar a las poblaciones LGBT+ en los 60 municipios.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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