Lun. May 20th, 2024

Editorial

Inexorable, el reloj de la política doblega el grueso de la actividad social. Economía, industria, educación, deporte… No hay esfera que se salve. La cultura no es la excepción.

En un año el circo volador de la maquinaria electoral ofrecerá su magna función, pero los preparativos ya están en marcha desde ayer.

Aspirantes a una senaduría o a una diputación federal mueven ya el pandero y la pasarela, sobre todo en redes sociales, es cotidiana.

No importa el riesgo, para sus aspiraciones, de sobre exposición. Buscan penetrar en el ánimo de los ciudadanos, persuadirlos de la calidad de sus servicios, de sus dotes meta humanas, de su incuestionable capacidad, de su notable preparación, de su conexión con la comunidad…

Las marquesinas rutilan insistentemente DIF, Turismo, Educación, Infraestructura… y Cultura.

Hay, sí, personajes que, desde oficinas en dependencias federales, en pasillos de partidos políticos, desde la iniciativa privada o en organizaciones no gubernamentales tratan de sumar su sonido al estruendo visual y sonoro que aumenta día con día.

Los movimientos empiezan, en varios casos, a ser evidentes.

En el sector cultural, la secretaría federal del ramo, que si bien nunca ocupó el Palacio de Cultura que se le concedió, a despecho del centro cultural que ahí operaba, ahora es más visible su alejamiento.

Hoy el Palacio de Cultura luce demacrado, enfermo. Se suspendió su mejor programa: Los Pinos en Tlaxcala, por el que llegaron a la capital tlaxcalteca varios e importantes exponentes de talla nacional en varias ramas del arte y de la cultura. Ya no.

El programa de exposiciones en el Palacio muestra una importante anemia. Su más reciente muestra fue de y sobre el Club Rotario y sus actividades… ¡un hito cultural, sin duda!

Resurgen con ímpetu historias de fantasmas en los pasillos del palacio.

Las actividades ahí experimentan grave decaimiento. Alejandra Frausto hace ahora, cuando menos así ha sucedido recientemente, visitas personalizadas al estado: asistió a una presentación del semillero de títeres de Chiautempan, pero el público fue impedido ingresar.

Visita a Juan de la Cruz… pero en su taller.

Muy poca y muy selectiva en sus mercuriales apariciones en el estado Alejandra, para estar ad hoc.

Y Marvel suma reflectores a su pasarela en Facebook, ahora incluso sin necesidad de actividad institucional como marco, como justificante. Firma de convenio y Marvel en camisa bordada; en presídium o en inauguración y Marvel con chal; acompañando a la gobernadora en actos públicos y Marvel con camisa de lino o de manta; visitas a su oficina y Marvel en retrato exhibiendo su anfitrionía y su guarda ropa; Día del niño y un niño Marvel jugando con una curul…

En las más recientes, digamos, 50 fotografías subidas a redes por la Secretaría de Cultura o por alguno de sus trabajadores, en 70 y 80 por ciento es posible disfrutar la ropa y la sonrisa del titular… Campaña con recursos públicos.

Buscaba la silla mayor en el estado, pero su ocupante le detuvo. Hoy se enfoca, cuando menos lo insinúa, en una silla legislativa en el ombligo del país, ahí de donde nunca ha querido salir.

Y, sí, los aires sucesorios recorren ya pasillos, galerías y oficinas en la Secretaría de Cultura. La eventualidad de una vacante en la cabeza esparce un dulce olor a miel entre las abejas…

Ahí todo es penumbra. Todo es silencio…

Pero Galileo Galilei lo descubrió, pese a adjurarlo: Eppur si muove: “Y, sin embargo, se mueve” …

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