Jue. Nov 21st, 2024
Uno de los talleres sin utilizar

José Luis Puga Sánchez

“Es muy importante para mí que ustedes sepan que son muy importantes”, aseguró la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ante un puñado de personas vestidas con vestidos bordados y rebozos, con sombreros y camisas de manta hilvanadas.

Se celebraba el día de los pueblos indígenas y por tal motivo la Secretaría de Bienestar local tomó por asalto el Palacio de Cultura e instaló una muestra de productos artesanales, montó talleres, organizó conferencias y ofreció una muestra culinaria tradicional… pero no había asistencia.

Ante ese grupo de alrededor de 40 personas del campo la gobernadora aseguró que su gobierno encamina muchas acciones a la preservación de nuestros pueblos originarios.

Y pasó lista. Agradeció la presencia de los presidentes municipales de Chiautempan, Santa Cruz Tlaxcala, Mazatecochco y Teolocholco. Agradeció también la asistencia de habitantes de San Pablo del Monte, Papalotla, Mazatecochco, Teolocholco, Tlaltelulco, Tetlanohcan, Chiautempan, Contla e Ixtenco, “representantes de los 27 mil 174 hablantes de lengua indígena en 99 comunidades originarias en Tlaxcala”.

Habló del orgullo impregnado en toda referencia a nuestros pueblos originarios, “de su sabiduría, quienes nos orientan para trabajar con honestidad, dignidad, compromiso y amor por nuestra tierra”. Y conminó al trabajo coordinado para encontrar soluciones a los retos en las comunidades en temas como derechos humanos, medio ambiente, nutrición, bienestar social, educación, salud y muchos más.

El programa de bienestar para personas indígenas dijo que ha apoyado iniciativas de negocio en este sector, pues promueve y difunde su riqueza cultural a través de la artesanía, la cocina, los proyectos productivos, entre otros.

Resaltó la puesta en marcha de la Universidad Intercultural en Ixtenco.

Y habló mucho de volibol…

Y del mundial que viene…

Y que millones y millones de personas conocerán Tlaxcala…

Después la Secretaría de Bienestar entregó algunos cheques y a continuación se dio paso al programa en toda su amplitud.

El vestíbulo del Palacio de Cultura lucía un ramillete de atractivos talleres listos para toda persona interesada. Había de joyería en talavera, de cerámica, de bordado, de medicina tradicional, de cestería de fibras naturales, de artesanías en popotillo, de artesanías de barro, de elaboración de cobijas y artesanía en telar colonial… pero no había usuarios. La muy interesante oferta se perdió en el vacío, pues la simbólica publicidad para el evento se perdió en la nada.

Se montó un espacio para conferencias y conversatorios, pero se trató de otro esfuerzo fallido. De tres eventos programados, la primera conferencia se cambió de última hora, sin corrección en el programa general, por la presentación de un libro, y los asistentes a la presentación fueron, en su mayoría, los participantes en el conversatorio que seguía en el programa, pues público como tal, dos o tres personas. La tercera conferencia de canceló de última hora.

El patio del recito fue preparado para una serie de presentaciones dancísticas, musicales y rituales, que una tras otra tendrían que suceder. A los costados muestras de diversos productos artesanales… pero la gente que circulaba entre expositores y danzantes o músicos, fue la propia gente que exponía, o bailaba, o cantaba… sin público.

El éxito único que pudo registrarse fue en la zona de alimentos, pues se ofreció comida tradicional y pulque… ¡gratis!

En el día de los pueblos indígenas se preparó el jolgorio, pero no se invitó a nadie…

13:30 horas y una voz convertida en lamento:

– “Ya van a tocar los salterios de Altzayanca, pero ante quién si hasta los mismos expositores empiezan a retirarse”.

contacto: piedra.de.toque@live.com

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