Mié. May 8th, 2024

Piedra de Toque

Marginada, minusvalorada, la cultura ocupa ínfimo espacio en las agendas y propuestas de las candidatas a la presidencia de la república.

Tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez han dejado en claro, cuando menos hasta el momento, que la interrelación social y su impacto estructural y ambiental no es una de sus mayores preocupaciones.

Sin embargo, ambas aspirantes han publicado algunos puntos que, al no existir aun mayor ahondamiento, debe servir de base para identificar y bosquejar el tratamiento que cada una podría dar al sector, ante su eventual llegada la presidencia de México.

PROPUESTAS DE CLAUDIA SHEINBAUM

Se fortalecerán los semilleros creativos para promover la paz, con especial atención en la creación de universidades dedicadas a las artes, impulsando así la expresión cultural como un medio para la construcción de una sociedad más pacífica.

Se garantizarán condiciones justas para los artistas mexicanos, asegurando que puedan desarrollar su labor creativa y recibir una remuneración adecuada, así como acceso a seguridad social para proteger su bienestar.

Se facilitará el acceso a la cultura en todos los sectores de la sociedad, reconociendo que la cultura es un derecho fundamental que debe estar al alcance de todos los ciudadanos, promoviendo su disfrute y participación activa.

Se continuará promoviendo el reconocimiento y la preservación del rico patrimonio cultural de México, así como la recuperación de la memoria histórica, respaldando iniciativas para proteger y conservar nuestro legado nacional.

Se fomentará una cultura de lectura en todo el país mediante la creación de círculos de lectura en diferentes ámbitos, la expansión de redes de librerías y bibliotecas, la realización de ferias del libro y la producción de libros a precios accesibles, así como el establecimiento de bibliotecas digitales de acceso gratuito para promover el acceso universal al conocimiento.

PROPUESTAS DE XÓCHITL GÁLVEZ

Vamos a tener el mayor compromiso presupuestal con la cultura en toda la historia.

Incrementaremos año con año el presupuesto para la cultura. Así, podremos generar óptimas condiciones de desarrollo cultural en el país.

Haremos un compromiso histórico con la educación y promoción artística: que vaya desde la educación básica hasta la creación de tres universidades de las artes, de dos escuelas de antropología e historia y de dos escuelas técnicas de guías de turistas certificados, en diversos estados del país, para que todos los mexicanos de todas las latitudes tengan acceso a educación artística y a formación en estudios culturales de alta calidad.

Aprovecharemos las nuevas tecnologías para incrementar nuevas competencias y habilidades digitales.

Promoveremos la mayor creación de infraestructura cultural de este siglo, tanto física como digital, creada a partir de diseño universal, para que sea accesible a personas de cualquier edad y con alguna condición de vida o discapacidad: dos estudios de filmación en distintos estados de la república; cuatro mediatecas, un centro cultural en el norte del país con un teatro, una sala de conciertos, una cineteca y una librería; y la construcción de un conjunto artístico en el actual Centro Cultural del Bosque en la ciudad de México con diez teatros de distinto tamaño, salas de ensayo y una sala de conciertos, para así garantizar el ejercicio de los derechos culturales.

Impulsaremos una política pública para pasar de la explotación al aprovechamiento sostenible de los diseños y creaciones artesanales. Se diseñarán aplicaciones electrónicas para hacer más eficiente el proceso de producción, realizar inventarios, inclusión financiera, fijar precios, facilitar la venta y la exportación.

Otorgaremos el mayor número de becas en la historia del país, para estudiantes de arte, artistas, creadores y agentes culturales, que deseen estudiar en México y/o en el extranjero. Nunca más una mexicana o un mexicano que no pueda cumplir sus sueños en el campo artístico: todos los niños mexicanos tendrán la garantía de que podrán vivir dignamente de sus talentos artísticos. La sensibilización al disfrute de las artes iniciará, con la participación de los padres, desde el nivel prescolar a la primaria, un proyecto estratégico entre la SC y la SEP, y extendiéndose hasta la secundaria y el bachillerato.

Impulsaremos una política digital para el arte y la cultura, que garantice el acceso y ejercicio universal a los derechos culturales de todos los mexicanos. Entre otros, a través de los medios de servicio público, canal 11, canal 22, Radio Educación, el Instituto Mexicano de la Radio y La Hora Nacional, recuperando para ello su línea editorial de apoyo y difusión del arte y la cultura.

Ampliaremos los servicios de salud, para que incluyan sin reservas a los trabajadores de la cultura. Seguridad social para todos los trabajadores y agentes de arte y la cultura.

Retomaremos la política de estímulos fiscales para todas las artes y actividades culturales: empezaremos con la creación de EfiLibrerías, Efimuseos y EfiBecas. Las distintas industrias culturales recibirán el tratamiento fiscal, legal, presupuestal y de créditos bancarios necesarios, para que contribuyan al desarrollo de la economía nacional y alcancen estándares internacionales.

Pondremos en marcha una política nacional de capacitación y fortalecimiento cultural en los 2 mil 447 municipios y las 2 mil 096 casas de cultura del país. Destinaremos un fondo concursable tripartita de hasta mil millones de pesos para proyectos municipales y comunitarios: salvaguardia comunitaria del patrimonio vivo, ferias, festividades, carnavales, festivales de cine local. Impulsaremos la canasta básica de consumo cultural en todas las comunidades.

Haremos un proyecto estratégico internacional para retomar la promoción artística y cultural, a través de las embajadas, para lo cual se designarán a los agregados culturales de manera conjunta entre la Cancillería y la Secretaría de Cultura, con el propósito de recuperar el liderazgo intelectual y la presencia protagónica de México en los organismos multilaterales y en el mundo.

Ambas propuestas convergen en la apertura de universidades especializadas en arte, coinciden también en garantizar los derechos culturales de todas las personas.

Ninguna, sin embargo, hace referencia a la diversidad cultural en el país y la exigencia de una atención diferente. Ninguna aborda el tema de los pueblos originarios. Ninguna detalla su eventual atención al patrimonio. Ninguna habla de descentralización…

El destino de las políticas en cultura está en sus manos… de la que gane.

Por admin