Editorial

Es casi un hecho.

Antonio Martínez Velázquez dejará la Secretaría de Cultura de Tlaxcala para ocupar una curul en la Cámara de Diputados federal, cargo al que aspira y se ha registrado ya como aspirante por Morena.

Su posibilidad cobra fuerza ante una casi inexistente oposición partidaria e ideológica en el estado y en el país.

La fuerza de Andrés Manuel López Obrador y la incapacidad manifiesta de la oposición toda para reconstruirse y modelar un nuevo proyecto de nación más democrático, más horizontal, más participativo y más incluyente, allana el camino a los candidatos de Morena.

El único potencial obstáculo que podría tener en su empresa, sería el surgimiento de un candidato más fuerte en Morena, alguien con mayor presencia política, con padrinazgo más sólido. No se descarta, pero es muy difícil.

Y Antonio Martínez Velázquez ha cuidado mucho su relación y su cercanía con Lorena Cuéllar… Y también sus relaciones con el centro…

¿Quién será su relevo en la Secretaría de Cultura?

Nuevamente se tiran los dados sobre la mesa.

¿Helena Hernández?

Su nombre corre insistente desde la campaña misma de Lorena Cuéllar. Dicen que su cercanía con la gobernadora le fortalece. Es una posibilidad.

Sin embargo, su paso por la sede en Tlaxcala de la Secretaría de Cultura federal enviará señales opuestas, pues fue encargada de programación en el Palacio de Cultura, pero su responsabilidad estuvo roída por el nulo apoyo que se le brindó, incluso al final las decisiones ya no recayeron en ella. Quedó sola y en despoblado. Y se fue a la Secretaría de Cultura de Tlaxcala.

Su nombre muchos artistas lo ligan a las élites y le atribuyen ríspido carácter, lo que le aleja de la comunidad. Pero es una decisión política.

Juan Carlos Ramos Mora es hoy el director de extensión cultural de la secretaría. También se le ubicaba como fuerte aspirante a la titularidad desde la campaña, pero se le señala aún insuficiente vínculo con la comunidad en el sentido de intereses, no de presencia.

Una tercera vía, impensada hasta hace dos años, pero muy probable ahora, es la llegada de una persona desde el centro, de la misma Secretaría de cultura federal o cualquier otra instancia, alguien producto del acuerdo entre Lorena Cuéllar, Alejandra Frausto y el propio Antonio Martínez.

Pero, sobre todo, ¿Y el programa de cultura en el estado y sus conexiones con el resto del país?

El tiempo corre…